¿Cómo me comprometo con mis propias perspectivas?
¿Cómo me comprometo con mis propias perspectivas?
El profesorado desarrolla su actividad en el seno de contextos que cambian rápidamente, impulsados por fuerzas globales. Estas fuerzas globalizadas se coconstruyen e influyen mutuamente, dando lugar a desafíos contemporáneos únicos.
Recientemente, el mundo ha experimentado los drásticos efectos de una pandemia mundial en todos los ámbitos de la vida, incluida la educación superior. Asistimos a una aceleración de la transformación digital de la educación superior como resultado de las medidas de seguridad que entonces se adoptaron para proteger la salud del estudiantado y el profesorado. Las experiencias del estudiantado durante los meses de confinamiento y las restricciones a la movilidad y presencialidad muestran que los efectos de estas medidas fueron muy variados. Quienes se encontraban en situaciones especialmente vulnerables se vieron desproporcionadamente comprometidos por las adaptaciones realizadas en la educación, por lo que se expusieron a un mayor riesgo de exclusión (Mhandu et al., 2021).
Los datos a escala institucional, así como las investigaciones regionales y europeas realizadas, aportan pruebas fehacientes de que la desigualdad de oportunidades persiste en toda la educación superior, tanto en línea como presencial. La orientación sexual, el género, la etnia, el color de la piel, la religión, las características físicas o la clase socioeconómica influyen a menudo en el acceso, el éxito y la sensación de pertenencia a la educación superior (Heide, 2022).
El profesorado se desempeña en entornos en continuo cambio, tanto dentro como fuera del aula. Además, estos contextos están mutuamente interrelacionados. Situarse a escala personal en estos contextos dentro de contextos puede resultar abrumador y difícil.
Sin embargo, es importante reflexionar sobre la relación entre nuestras actitudes individuales y estos contextos, porque nuestras creencias fundamentales conforman los valores que defendemos, nuestra comprensión del mundo y la forma en que asignamos significado a todo lo que ocurre a nuestro alrededor (Marsen, 2008). Además, los contextos influyen en los razonamientos que introducimos en las aulas virtuales y en nuestra propia conducta en esos espacios. Los efectos de nuestro comportamiento en las interacciones que tienen lugar en las aulas son complejos debido a la miríada de factores que entran en juego.
Al situarnos a escala personal en un contexto determinado tomamos conciencia de que la presencia y la posición de cada uno –incluidos los valores personales, las preferencias y las relaciones de poder– desencadenan determinadas dinámicas que afectan al entorno.
La posicionalidad es un concepto que nos ayuda a entender el papel que asumimos en las interacciones sociales. Las experiencias y circunstancias únicas de cada persona (es decir, su contexto social, cultural y político) influyen en su forma de ver el mundo y su posición dentro de él, determinando sus identidades. En el ámbito de la educación digital, el concepto de posicionalidad implica tomar conciencia y reconocer que nuestras identidades (como género, raza, orientación sexual, religión, clase social, entre otras) no solo nos influyen a nivel individual y en cómo somos percibidos, sino también en nuestras percepciones e interacciones en el aula digital. De este modo, la posicionalidad ayuda a entender la dinámica social del aula virtual.
Reflexionar sobre la posicionalidad, explorando nuestra perspectiva sobre una situación dada y cómo esta determina nuestro comportamiento, ayuda a comprender mejor cómo nuestro bagaje personal y las experiencias vividas configuran –y sesgan– esa situación. La rueda de la identidad (figura 1) puede sernos útil para reflexionar sobre nuestras identidades. En ella se muestran las múltiples y diferentes formas en que las personas se identifican socialmente.
Como profesores es importante reflexionar sobre el efecto que tenemos en el entorno virtual del aula que, como es de prever, es mayor que la influencia que ejerce el estudiantado debido a la estructura jerárquica inherente en las instituciones educativas. Por lo tanto, en comparación con el estudiantado, el profesorado suele tener más agencia en el contexto del aula, es decir, detenta una mayor capacidad de gobernar activamente su propia experiencia mediante intervenciones específicas que produzcan los resultados deseados –en lugar de estar sometido pasivamente a las circunstancias que acontecen.
Figura 1. Reimpreso de Kalish, C., Medley, T. y Adams, D. (2021, 3 de junio). How medical practices can continue the journey toward diversity, acceptance and inclusion. MGMA. https://www.mgma.com/resources/human-resources/how-medical-practices-can-continue-the-journey-tow