¿Cómo participo en las interacciones y dinámicas del aula?
¿Cómo participo en las interacciones y dinámicas del aula?
Los compromisos anteriores nos han permitido familiarizarnos con la noción de contextos dentro de contextos y su relación con el concepto de posicionalidad, así como entender que una visión interseccional nos ayuda a analizar la exclusión que experimentan algunas identidades en determinadas dinámicas sociales.
Asimismo, vimos que la escala micro se refería al entorno de aprendizaje del aula, que la escala meso se correspondía con la de la institución de educación superior en la que se enmarcaba el aula, la escala macro era la del paisaje social y la meta la del contexto global. También observamos que los diferentes contextos se superponen, produciendo la dinámica social que está presente en el aula digital. Así pues, el aula virtual no es neutra con respecto a los contextos exteriores, sino que es, en parte, resultado de ellos.
En este compromiso se abordan las interacciones entre individuos y contextos. Pero antes de examinar casos concretos de tales interacciones, conviene ampliar la información sobre el microcontexto y lo que implica exactamente.
La escala micro se refiere al contexto de las aulas en línea, su estudiantado y profesorado. Las aulas se integran en instituciones educativas, conformadas, a su vez, por la sociedad en la que se inscriben y afectadas por acontecimientos y factores de alcance mundial. Algunas influencias pueden ser poco visibles en un aula virtual, lo que, sin embargo, no impide que se manifiesten a través de las perspectivas y experiencias de los presentes en ese entorno en línea: en las interacciones entre estudiantado y profesorado, y también en sus diversas experiencias vividas, capacidades, grados de preparación académica, niveles de rendimiento, expectativas personales, motivaciones, costes de oportunidad y muchos otros factores.
Aunque el profesorado tenga que cumplir con las políticas, normas y directrices del sistema universitario y la institución de educación superior en la que desempeña su actividad, tiene margen de maniobra suficiente para tomar decisiones en el aula virtual que tienen un impacto significativo en la experiencia del estudiantado. De ahí que sus acciones y dinámicas individuales en la gestión del aula virtual sean un determinante significativo del entorno del aula, al crear y mantener un entorno virtual para el aprendizaje que satisfaga las necesidades educativas, sociales y emocionales del estudiantado.
La actividad del profesorado no puede separarse del marco institucional establecido para el sistema universitario y de las normas, indicaciones y pautas que existan en la institución educativa. Algunas de estas reglas y normas no están escritas, como las que se refieren a lo que es una buena docencia, lo que es la comunicación académica, lo que es el talento, lo que es una buena participación, lo que hace que un profesor sea bueno, o lo que hace que un alumno sea bueno. Todos estos son elementos de lo que se denomina el currículo oculto: lecciones no habladas, no escritas y no oficiales que el estudiantado aprende involuntariamente.
Por tanto, es importante que el profesorado sea consciente de que, con sus capacidades y dinámicas y las relaciones de poder establecidas en las aulas virtuales, puede influir en la experiencia del estudiantado y contribuir a construir entornos de aprendizaje inclusivos o, por lo contrario, excluyentes.